Trappist-1
Eso,
sin contar con que Trappist-1, como la mayoría de estrellas enanas
rojas emite de cuando en cuando intensos fogonazos de radiación que
alcanza de lleno a planetas situados tan cerca. Haría falta que estos
estuviesen protegidos por un campo magnético y una atmósfera
medianamente densa, como la Tierra.
Cuando
entren en servicio los nuevos telescopios (espaciales y también en
tierra), será posible intentar analizar la composición de esas
atmósferas. El mero hecho de que existan ya sería una buena noticia. Y
si en ellas se detectan trazas de metano u oxígeno aunque fuera en
ínfimas cantidades, los argumentos a favor de la vida se verían muy
reforzados. No porque unas minúsculas trazas de oxígeno fueran
respirables sino porque su mera presencia significa que algo lo está
produciendo.
En
mi opinión, yo opino que sí hay vida en otros planetas porque el
espacio es muy grande y con que haya un microorganismo o una planta u
otro ser vivo ya es un avance tecnológico y astrológico.
O como la mayoría de satélites de Júpiter o Saturno. Eso es malo, y es malo porque supondría contrastes de temperatura.
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